Engenho Crimeia
30 septiembre, 2013 6 comentarios
Ayer sábado fui con el detector a un Ingenio muy cerca del pueblo donde vivo (Buenos Aires, Pernambuco), calculo que tan solo está a 1 Km. ó 1,5 Kms. Siempre pasaba por la ruta y veía ese lugar y me llamaba mucho la atención, un campo con un arroyito rodeado de lomas cubiertas de caña de azúcar y entre una densa arboleda con unas altas palmeras, asomando, una pequeña capilla.
Llegué, deje el auto y encaré a quien parecía ser el encargado para ver si me dejaba entrar a buscar con el detector y sacar fotos. La verdad es que me tenía poca fe, y al final Don Braga (el encargado) terminó entusiasmándose e incluso me ayudó con una azada a escarbar donde estaba mas duro el suelo y antes de irme me invitó a comer algo y tomar unas copas de alcatrão con miel.
El lugar es muy grande y demandaría varios días poder barrer toda su superficie con un detector. Lo bueno es que me queda muy cerca de casa y que pude establecer una relación cordial con el encargado, así que pienso volver de tanto en tanto (es tan cerca que incluso puedo ir caminando).
Al llegar al lugar uno encuentra primero una laguna y junto a ella una bifurcación de caminos. Tomando el que bordea la laguna (hacia el sur) se avanzan unos 100 metros y hay una nueva bifurcación. Justo en el medio de ella hay un gigantesco baobab (Adansonia digitata), en ese lugar estacioné el auto. Ahí comienza una subida hasta la casa grande. A la derecha, frente a la laguna, hay unas ruinas de lo que fue la casa de molienda de caña.
Un poco mas arriba, del lado izquierdo del camino esta la «Casa do professor». En ese Ingenio y a pedido del dueño, que tenía muchísimo dinero, comenzó a funcionar la primera escuela de la región. Los únicos alumnos eran los hijos e hijas «del patrón», aunque mas adelante algunos otros también pudieron estudiar ahí. Hoy en Buenos Aires (Pernambuco) hay una escuela (dónde yo trabajo) llamada Prof. Jaime Coelho, su fundador, que era el hijo del dueño de este ingenio.
También hay otras ruinas, de una antigua casa donde se hospedaban los nietos del patrón del Ingenio durante las vacaciones que, por ser numerosos, no entraban en la casa grande.
Cuando iba subiendo por el camino me salió a recibir un personaje azul brillante pavoneándose con una hermosa cola.
Don Braga me mostró la casa, con su cocina del 1800 y todo, obviamente, utilizandose cotidianamente. Hace unos años el Ingenio fue invadido por familias del Movimiento Sin Tierra (MST) durante un tiempo y cuando se fueron había «desaparecido» todo el mobiliario original de la casa, incluido algunos muebles de la época de Don Pedro II. Me contó que el Ingenio es mas viejo, pero que antes se llamaba «Engenho Esperança» y su dueño era un masón que se dedicaba a cultivar y exportar castañas de cajú. En 1856, cuando los aliados ganan la guerra de Crimeia a los rusos, decide cambiarle el nombre al ingenio en honor a al lado victorioso.
Como dato curioso, cuando le mostraba a Don Braga como funciona el detector me dijo que su esposa tiene una planchuela de platino en un brazo, producto de un antiguo accidente y me pidió que me fije si el detector acusaba metal. Le acerqué la bobina al brazo de la joven (que primero no quería saber nada del tema, vaya uno a saber que imaginaría) y el detector emitió unos débiles BEEP BEEP. Así que también funciona para detectar platino dentro de cuerpos humanos! jejeje.
Después me llevó a conocer la capilla con su pequeño cementerio interior y me contó la historia de todas las personas que ahí estaban, del maestro Jaime Coelho, de Isaura de Moraes Coutinho, que en 1944 tuvo una infección muy simple que se complicó, y en el Ingenio no tenían antibióticos y su hermano con grandísimo esfuerzo consiguió una pastilla de penicilina en la base norteamericana en Recife, pero que no fue suficiente (necesitaba al menos dos dosis) y acabó muriendo, o la historia de la esclava liberta Severina Alexandrina (Biu), que él llego a conocer y dice que era gente de lo mejor.
Un poco de «arte» en B&W
En los alrededores de la capilla y en el camino hacia la casa tuve muy pocos positivos. Muy poca basura, algunos clavos modernos y uno que otro hierro irreconocible por la herrumbre.
Me metí en los pastizales entre la «casa do professor» y el Baobab, con bastante miedo por las víboras, aunque por lo visto el miedo no incrementa el cuidado, ya que una serpiente roja, blanca y negro enorme me paso a pocos centímetros mientras estaba agachado escarbando. Hice un vídeo unos minutos después:
Aquí la asada una vez que le quité todo el oxido que me fue posible:
Por último, algunas fotos sueltas que me gustaría agregar:
Bueno, si puedo voy a hacer otra entrada nueva en el blog porque hoy domingo 29/09/13 también pude salir…y por primera vez a una playa. Les dejo algo de incógnita.
Nos vemos!
Nice post my friend 🙂
Thank you.
Lots of pictures, not to much found…. LOL!
See U!
Que lugares fantásticos, parabéns pela excelente ótica sobre o local pesquisado, é um prazer acompanhar suas aventuras. Grande abraço
Muito obrigado JuraJones, igual ainda estou aguardando «o grande día» em que vou achar uma moeda antiga, mesmo sem valor…paresce que estou condenado a achar ferro velho rsrsrs. Forte abraço!
Olá Sr Caponi, sou bisneta do major Laurino, dono dessas terras que o sr conheceu nessa aventura. Sim, essas terras têm muitas histórias, desde a época da escravidão, até os dias de hoje onde mesmo estando toda cultivada pela cana, ainda assim tem invasões dos sem terra, queimando e destruindo não somente a casa grande, quanto as adjacentes e a igrejinha com os restos mortais da minha família. Nessa primeira casa, anexa à casa grande, nasceu minha mãe! Cheguei a conhecer minhas tias avós que moraram muitos anos lá! Íamos com vovô em todas as festas! Mainha fala que quando ela era pequena o transporte deles era carro de boi, para apanhar suprimentos em Nazaré da Mata ou Jacú (antigo nome de Buenos Aires). Lembro de ter visto um livro em que meu bivô contabilizava os escravos e toda a produção do Engenho! Era enorme! Temos a cama, o baú é uma mesinha do major ainda.
Apesar da invasão, gostei da matéria! Recordou-me à infância! Mas, avise quando quiser vasculhar terras alheias! Sem mais, Myra
Olá Sra. Myra.
Que bom ter podido entrar em contacto com vocÊ. Casualmente fui para o Engenho Crimeia na semana pasada, mas não tinha ninguem ali, pelo que tive que sair. Fiquei maravilhado com a arvore de baobab florecido. Eu morei a um tempo atras na Angola, onde esta cheio de estas arvores, e jamais vi uma com flores. E venho ver aqui, no Brasil, onde somente tem 16 especies ainda vivas (e uma de elas nas suas terras). Maravilhoso.
Lamentavelmente estava sem a camera de fotos, pelo que não tirei nenhuma foto das flores.
Gostaria aclarar que essa vez que eu fui no Engenho e entrei a detectar e tirei fotos (as que você viu) pedi autorização ao encarregado nesse momento, quem se apresentou como Sr. Braga. Ele me abreu as portas da igrejinha, me contou algumas historias das pessoas que ali jazem e outras historias do Engenho. Jamais entro sem permissão em propiede privada.
Di umas voltas ao redor do baobab com o detector, mas pelo prazer de detectar debaixo de um baobab florecido que pela esperança de achar algo (rsrsrs), e somente achei um prego gigante. Depois apareceu um rapaz, muito educado, se apresentou como o filho do encarregado, e disse que o pai mora na casinha da entrada, frente a lagoa. Veio ver o que eu estava fazendo e me comentou que os donos (imaginho que vocÊs), passram esse dia mais cedo por ali.
Terrivel o que fizeram as pessoas que (seriam) do MST. Não somente no seu Engenho, como tambem em muitos outros. Esta semana estive nas ruinas do Engenho Tupâ, perto de Aliança, e não ficou tijolo sob tijolo. Um crime.
E sem ir muito longe de Crimeia, na barragem Morojozinho, saindo de Buenos Aires, quase no trebo com Nazare, estão as ruinas do Engenho, tambem destruido. Mim contaram que teve alguem ali roubando as imagens religiosas e as madeiras de demolição, as quais são muito coviçadas. Duvido que, nesse casso, tenham sido do MST. Eu penso que por tras deve ter alguem que entende de essas coisas.
Gostaria muito, se for possivel, poder entrar no Engenho para detectar e tambem tirar fotos (meu outro hobby), sera que é possivel?
Voce vem para o Engenho? se quiser, poderiamos coincidir ali. Gostaria muito de ouvir as historias que com certeza tera.
Meu email é lcaponi@gmail.com combinemos por ali e passo meu telefone (para não deixar ele aqui em lugar publico).
Grato.